Este icónico postre francés es delicioso, pequeño y lleno de sabor. Los macarons son sencillamente asombrosos, extraordinariamente versátiles, y han logrado conquistar a todo el mundo.
Marcas famosas como Ladurée o Pierre Hermé han contribuido significativamente a la popularidad de los macarons. Aunque ambas son marcas francesas, lo que pocos saben es que los macarons no son de origen francés.
Los macarons son de origen italiano, la palabra "macaron" tiene su origen en el italiano "maccherone", que se refiere a una pasta fina. Pero, ¿cómo es que llegaron a Francia?
Todo comenzó con la influyente y célebre familia del Renacimiento, los Medici. Fue Catherine de Médici quien contrajo matrimonio con el futuro rey de Francia, Enrique II, en el siglo XVI. De este modo, los chefs italianos introdujeron los macarons en la corte francesa.
La galleta original era bastante sencilla, hecha con azúcar, harina de almendra y claras de huevo. Tenía una apariencia más parecida a una galleta de azúcar, diferente de lo que conocemos hoy en día. Pero, ¿cómo evolucionaron hasta convertirse en lo que son hoy en día?
En St. Emilion, un grupo de monjas fue responsable de crear algunos de los primeros macarons en Francia. Actualmente, la tienda "Fabrique de Macarons" en St. Emilion asegura seguir utilizando la receta original. Así fue como con la apertura de más pastelerías a lo largo de Francia, los macaron dejaron de ser un postre exclusivo de la realeza para convertirse en una delicia al alcance de todos.
La famosa pastelería Ladurée desempeñó un papel crucial al popularizar la versión de los macarons con una concha exterior crujiente y un relleno suave de algún sabor. Se dice que ellos fueron los responsables introducir al macaron en la forma en que ahora lo conocemos.
En la actualidad, Ladurée es sin duda una de las marcas más populares, y se estima que venden hasta 15,000 piezas diarias.
Así es como varios chefs y pasteleros comenzaron a experimentar con ingredientes y sabores. Se introdujeron una variedad de sabores, como pistacho, lavanda, almendra, limón, naranja, café, etc.Un pionero en esto fue el famoso chef Pierre Hermé, quien trabajó durante muchos años en Ladurée antes de decidir lanzar su propia marca, llevando los macarons a un nivel superior. En mi opinión, son los mejores.
Hoy en día, hay macarons de todos los sabores imaginables, desde los clásicos como chocolate, vainilla o caramelo hasta opciones más inusuales como rosas, matcha o algodón de azúcar.
De hecho, son tan populares a nivel mundial que algunas pastelerías han adaptado sabores icónicos de otros países. He visto casos, por ejemplo, de una pastelería en Estados Unidos que vende macarons de red velvet, S'more e incluso de Rice Krispies.
Esto sin duda es algo completamente diferente, pero es lo fascinante de este postre: puede ser increíblemente versátil y, al mismo tiempo, conservar ese toque de elegancia.
A pesar de que los macarons tienen sus raíces en Italia, fueron adoptados y perfeccionados por la tradición culinaria francesa.